La correción de las deformidades faciales exige un trabajo en equipo donde el ortodoncista y el cirujano maxilofacial consiguen armonizar el esqueleto facial y los dientes para que estos tengan una correcta oclusión.

Realizada de forma correcta, consigue unos resultados estéticos muy favorables, además de mejorar el paso de aire a través de la vías aéreas, lo cual es imprescindible en los casos con síndrome de apnea obstructiva del sueño (SAOS).DIEGO