La sustitución de los incisivos maxilares son un reto por la alta demanda estética, especialmente en los pacientes que enseñan la encía al sonreir (sonrisa gingival).
Generalmente cuando se pierden estos dientes existe una gran pérdida del hueso que lo soportaba, poduciendo el consiguiente defecto estético y la imposibilidad de colocar los implantes dentales necesarios.
Hasta hace unos años se colocaban los implantes en el hueso residual, se injertaba hueso particulado para cubrir alguna espira del implante expuesta y mediante injertos de encía se intentaba regenerar el volumen de los tejidos perdidos. Esta técnica nos producía un gran volumen de encía, generando «pseudo-bolsas periodontales que conllevaban infecciones de repetición muy difíciles de resolver.
Desde hace varios años nuestro protocolo de regeneración ósea ha cambiado, utilizando injertos óseos en bloque obtenidos de la rama mandibular del paciente. Nuestros resultados han mejorado, al regenerar el volumen de hueso perdido con hueso de similares características, evitando la necesidad de realizar injertos de encía y las tan temidas pseudo-bolsas periodontales.
Les presentamos un caso con atrofia ósea que fue resuelto de forma satisfactoria mediante un injerto óseo cortical en bloque obtenido de la mandíbula
Lo comparamos con la foto de la izquierda que corresponde a otro caso tratado en otra clínica. La paciente acudió a nosotros buscando una solución a su grave retracción gingival y exposición del implante que esta colocado muy alto y sin hueso crestal al no realizar una adecuada regeneración ósea. Al no realizarlo bien de inicio, el caso es muy dificil de solucionar.